miércoles, 18 de abril de 2012



Una vez, recostada sobre el campo extenso, bañado por la noche y la oscuridad, me dedique a contar las estrellas sabiendo que jamas terminaría, pero aquel trabajo me separaba de la realidad y me ayudaba a sobrepasar le helada y solitaria noche. Ya pronto había desistido de seguir, el sueño tentador me había ganado, aunque me parecía real todo lo que veía, frente a mi ya no había el paisaje que antes estaba, sino que las estrellas me rodeaban. Podía caminar en medio de ellas e incluso tocarlas, y entre todas había una que en especial brillaba mas que todas sin igual, escuche una voz que dijo que la tomara, y sin temor la tome, tal brillaba en mis manos que parecía que la luz inundaba todo mi ser, pronto vino el dueño de las estrellas y quiso quitármela, yo valientemente la guarde en uno de mis bolsillos, y sin temor huí lejos de el.

Al despertar me sentí triste porque ya no tenia mi estrella, pero sin embargo sentí que esta aunque no estuviera en mi bolsillo se encontraba dentro de mi corazón, al caminar hacia mi casa, sentí en mi un sentimiento nuevo hermoso e inexplicable, quería tomar un lápiz y un papel y escribir todo lo que había soñado, desde entonces comprendí que de ahí en adelante  jamas dejaría de escribir.elcuadernodeunaescritora.blogspot.com

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